Cuando pensamos en pintura mural y graffiti siempre vemos los grandes dibujos llenos de color que inundan nuestras calles, pero ¿te has parado a pensar que hay detrás?
Con este proyecto queremos concienciar de la cantidad de residuos que podemos llegar a obtener después de pintar un mural y remarcar la importancia en la reducción de nuestra huella en el día a día.
Como artistas urbanos una de las cosas más contaminantes que usamos es el aerosol y no solo por sus gases, sino también por el recipiente. Recipientes que reutilizamos de una manera artística y libre para transformarlo en una obra única y viva.